miércoles, 16 de marzo de 2011

"EL\LA SUPERVIVIENTE"

En ocasiones es bueno ser cauteloso, paciente, tranquilo y poco visceral. Son buenas armas que me han aportado los últimos años las personas que me rodean y que la propia “madurez” te hace inculcar. Pero este saco de nervios, a pesar de haber aprendido algo, sigue siendo inquieto, soñador, inmaduro, loco, cobarde, atrevido, indeciso, y espero que un sin fín de características que ni quiero llegar a conocer, o tal vez sí. Existen sueños innatos, inmutables que en ocasiones se cumplen, no mueren con la edad, porque forma parte de la esencia de mi persona y me encantaría morir con ellos, e incluso cumplirlos, algunos ya los hice, a pesar de las adversidades y de los “malos”. La satisfacción es plena cuando lo alcanzas.

Con el tiempo emergen otras inquietudes, que anteriormente se alejan muchísimo de mi persona, ya que estas ideas innatas- por un lado-, y circunstanciales-por otro- estaban muy alejadas, tan alejadas. Piensas y reflexionas sobre si seguir el camino de los sueños, el camino del egocentrismo, el de las metas estelares, el camino que muchos envidian pero que no lo dicen, o simplemente porque no lo creen, por que no saben o porque no han sido valientes, pero que realmente está ahí y muchos lo viven. En el otro lado está lo típico, lo vulgar, lo cotidiano, lo afectivo, el dejarse llevar por la corriente, el “es lo que toca”. Este lado siempre me ha provocado “pavor”, el freno a las ideas, a los sueños, a las esperanzas, el no poder despegar…

Pienso que no existe un camino ideal y creo en la mezclas, en esa amplía paleta de colores de la vida, y aunque, en la profundidad de mi ser pertenezca al bando de los locos de atar-a mucha honra-, y que necesite de un equilibrio constante para no caer en el extremismo del desenfreno moral-gracias Angélica-, tengo la suerte de haber flirteado con muchas de estas esencias vitales. Lo importante son las experiencias, y las conclusiones de las mismas.

No he abandonado el camino de los sueños inalcanzables-alcanzables porque estoy vivo, tampoco quiero ser el ogro que presume de su divino egocentrismo, porque los extremos me dan alergia, aunque a veces caiga en ellos.

Hoy estoy en un sueño, y ella más aún, esperemos que alcanzable, ahora toca cautela. Ese sueño próximo, cambiará el rumbo, tambaleará lo innato, nos arrastrará a los constante, a lo típico, vulgar, a lo tierno, al presente y el futuro, porque forma parte de la jerarquía de la vida, pero los sueños no nos lo cambiarán, porque él o ella formará parte del mismo.

Es un superviviente olvidado, deseado, estimulado, procreado, transferido y casi desahuciado. Le llovió la tristeza, los abrazos y el amor, le cayó los cálculos mensuales, la remontada y hasta la conclusión final de las decisiones…Pero, en un instante, en un momento, cuando todo estaba prácticamente decidido, llegó él o ella, un superviviente de casi cinco semanas y de tres milímetros latiendo amor a través de una pantalla, y dijo:”¡Ey! ¡Qué estoy aquí! Me dijeron que no existía pero aquí ando pegadito,¡dadme de comer!”.

Esperemos que llegues hasta el final de nuestros sueños.